sábado, 21 de enero de 2012


Nuestro destino es hoy



Huele a guerra hay fuera, pero aquí dentro huele a mierda, la de siempre, esa mierda que nos hacen oler nuestros manejadores. 
Esa mierda que es el teje y maneje de las grandes empresas para no perder ni un céntimo de esta crisis que no es tal, si no que es un cambio de poderes entre los dueños de nuestro destino, entre esos que siempre han tirado de los hilos para manejar a las masas oprimidas del mundo.
Quizás no este enterado por las noticias, pero ni falta que hace, es solo tener un poco de memoria y ver para atrás en nuestra historia, cada vez que huele a guerra hay fuera, los que estamos dentro estamos condenados a pagar sus cambios de poder, sea aquí o allí.
Aunque en el momento hallan dos, quizás tres regimenes políticos en el mundo ya veremos este año o el otro quizás, uno solo dominando entre todos.
Allí donde este concentrado el mayor flujo de divisas y mercaderías para el consumo de la gente de a pie como tu o como yo, hay estará el poder mundial, hay estará quien nos maneje por un tiempo, como lo han hecho siempre.
Pero hoy nuestras mentes están más educadas, más sabias, mas abiertas  que en otros tiempos, quizás menos rebeldes que otras generaciones  que han intentado derrocar el orden establecido.
Por eso no podemos dejar pasar este momento, ahora que están un poco distraídos en otros temas.
No podemos dejar de salir a las calles y gritar que somos libres de elegir nuestro destino.
Que nadie tiene el derecho a oprimirnos por el simple hecho de tener más poder.
Que nadie tiene derecho de matarnos a hambre, a sed, a palos o a balazos.
Que nadie tiene derecho a tapar nuestras bocas para que no gritemos.
Que nadie tiene derecho a cortar nuestras manos para que no escribamos.
Hay muchos que pensamos así y no nos atrevemos a salir para reclamar lo que es nuestro y no hablo de ninguna herencia monárquica ni nada que se le parezca, si no, lo que nos corresponde por ser los que realmente llevamos adelante esos mercados, con nuestro trabajo o sin el.
Que la torta esta mal repartida ya lo sabemos, pero por que nos conformamos con las migajas de esa torta.
Por que tenemos que estar siempre esperando a que los cambios vengan solos, si sabemos que de esa manera nunca vendrán.
Sabemos perfectamente también que ya hay gente gritando en las calles, pero no basta, tienen que ser más, porque los hay pero prefieren que los cambios les caigan del cielo y no puede ser, por que así nunca abra un cambio para las masas oprimidas, el único cambio que verán es el del poder.
Cuantos más seamos en las calles menos poder tendrá el poder.
Cuantos más seamos gritando en las calles menos oídos sordos habrán.
Evitemos hoy que manejen nuestro destino.


                                                                        mb
                                                                        2012